El desarrollo visual en los niños es un proceso crucial que afecta a su capacidad para explorar el mundo que los rodea. Desde el punto de vista de los padres, es fundamental entender cómo evoluciona la visión de sus hijos y cómo detectar posibles anomalías desde una edad temprana.
La visión es uno de los sentidos más significativos en el desarrollo infantil. Durante los primeros años de vida, los niños experimentan un rápido crecimiento visual que influye en su capacidad para reconocer rostros, objetos y colores. Un desarrollo visual adecuado no solo contribuye al aprendizaje y la exploración, sino que también es esencial para el desarrollo motor y cognitivo.
Etapas del desarrollo visual:
Recién nacidos a 3 Meses: Los recién nacidos tienen una visión limitada y se desenvuelven en distancias cortas. A medida que pasan los meses, empiezan a seguir objetos en movimiento.
4 a 6 meses: Los bebés desarrollan la capacidad de percibir la profundidad y la distancia. Comienzan a coordinar sus ojos y manos, y pueden seguir objetos en diferentes direcciones.
7 a 12 meses: La visión de los bebés mejora en términos de percepción de detalles y colores. Empiezan a comprender la relación entre los objetos y su entorno.
1 a 2 años: Los niños desarrollan una percepción tridimensional más sólida y mejoran su coordinación ojo-mano. Comienzan a mostrar interés por libros con imágenes y disfrutan señalando objetos familiares.
3 a 5 años: La visión de los niños se vuelve más similar a la de los adultos. Pueden enfocar objetos cercanos y lejanos con facilidad.
Señales de problemas visuales:
Es fundamental que los padres estén atentos a posibles señales de problemas visuales en sus hijos, como:
Frotarse los ojos con frecuencia.
Entrecerrar los ojos para ver objetos distantes.
Sentarse muy cerca de la televisión o sostener objetos demasiado cerca.
Tener dificultad para enfocar o seguir objetos.
Tener ojos rojos, llorosos o con secreciones anormales.
Guiñar un ojo o adoptar posturas anómalas para realizar alguna actividad
La importancia de la evaluación visual en la infancia:
Normalmente se suele realizar una primera valoración visual entre los 3 y 5 años. Esta evaluación puede detectar problemas visuales como miopía, hipermetropía o astigmatismo, así como condiciones más serias como el estrabismo o la ambliopía (ojo vago). Sin embargo, ante cualquier sospecha de problema visual o la existencia de antecedentes de familiares que puedan tener relación con la visión, se puede realizar una exploración sin importar la edad del paciente. Los profesionales de la visión contamos con técnicas de exploración objetivas que permiten obtener información sobre el sistema visual de los niños más pequeños o de aquellos que no colaboran. En muchos de estos casos, la colaboración entre optometristas y oftalmólogos es crucial para la detección temprana y el tratamiento adecuado de posibles problemas visuales.
En resumen, el desarrollo visual en niños es un proceso complejo que influye en su capacidad para explorar y aprender del mundo. Como padres, jugar un papel activo en el cuidado de la salud visual de los más pequeños es crucial. Y desde el punto de vista de los profesionales de la visión, buscaremos siempre prevenir los problemas y favorecer un desarrollo visual óptimo durante los primeros años de vida.
Si tienes cualquier duda sobre la visión de tus hijos/as ponte en contacto conmigo y pide cita en tu centro más cercano.
DESARROLLO VISUAL EN LA INFANCIA
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