El ojo seco es una afección que afecta a millones de personas y puede causar molestias significativas en la vida diaria. En los casos más severos, el tratamiento con gotas y pomadas puede resultar insuficiente. Para estos casos, las lentes esclerales ofrecen una alternativa eficaz para mejorar los síntomas.

¿Cómo funcionan las Lentes Esclerales?

Las lentes esclerales son lentes de contacto rígidas que cubren toda la córnea y parte de la esclerótica, la parte blanca del ojo. A diferencia de otras lentillas, que se colocan directamente sobre la córnea, las lentes esclerales crean un espacio entre la lentilla y la córnea, el cual se rellena de solución salina. Este espacio actúa como un reservorio lagrimal, proporcionando hidratación constante y protección durante las horas de uso. La solución salina ayuda a mantener la superficie ocular húmeda, aliviando los síntomas de sequedad, ardor e incomodidad. Además, al crear una superficie óptica uniforme, las lentes esclerales también pueden mejorar la visión en personas con problemas corneales como el queratocono o el astigmatismo irregular.

Estas lentes son una opción viable para muchas personas que sufren de ojo seco severo, especialmente cuando otros tratamientos no han sido efectivos. Son ideales para quienes tienen una córnea irregular, condiciones médicas como el síndrome de Sjögren, mala visión tras una cirugía refractiva, o incomodidad con otros tipos de lentes de contacto.

Es importante recordar que, aunque las lentes esclerales pueden ofrecer un gran alivio, son dispositivos totalmente individualizados. Durante el proceso de adaptación, el optometrista actúa «como un sastre», tomando medidas precisas de tus ojos, solicitando lentes de prueba y ajustándolas según sea necesario. Por ello, estas lentes están personalizadas y adaptadas específicamente a tus ojos. Además, requieren un cuidado y mantenimiento adecuados para evitar complicaciones y asegurar su efectividad.