CARLOS J. HERNÁNDEZ

MI HIJO ES MIOPE, ¿Y AHORA QUÉ HAGO?

Descubrir que tu hijo es miope puede ser preocupante. La miopía, cada vez más común entre niños y adolescentes, provoca dificultades para ver objetos a distancia y está relacionada con el alargamiento del globo ocular. Es fundamental que los niños miopes usen gafas y/o lentillas adecuadas para que su visión no interfiera con su rendimiento académico, social ni deportivo. Además, si no se controla adecuadamente, la miopía puede seguir progresando, aumentando el riesgo de complicaciones oculares en el futuro. Por eso, es crucial tomar medidas para controlar su progresión desde el principio.

 

¿CÓMO FRENAR EL AUMENTO DE LA MIOPÍA?

En primer lugar, es esencial que la corrección óptica sea la más adecuada. Antiguamente se creía que poner menos graduación ayudaba a frenar la miopía, pero eso no solo es incorrecto, sino que parece ser un factor de riesgo para que la miopía aumente más rápido. Por lo tanto, es vital que el miope esté perfectamente corregido. El crecimiento de la miopía también depende de factores ambientales, como las horas de actividad al aire libre y el tiempo que los niños pasan trabajando en visión cercana. Por ello, a los miopes se les debe prescribir actividades y deportes al aire libre, así como normas de higiene visual.

Además de estas recomendaciones, existen cuatro tratamientos específicos para controlar la miopía:

  • Lentillas de desenfoque periférico: Estas lentes de contacto están diseñadas para frenar la progresión de la miopía al enfocar la luz en el centro de la retina y desenfocar ligeramente la periferia. Este desenfoque reduce la señal que provoca el alargamiento del ojo, ralentizando así el avance de la miopía. Son una opción cómoda y efectiva para niños que ya usan lentes de contacto durante el día.

  • Ortoqueratología nocturna (Orto-K): Las lentes orto-k se usan durante la noche, remodelando temporalmente la capa más externa de la córnea y permitiendo una visión clara durante el día sin necesidad de gafas. Además de corregir la visión, la orto-k es efectiva para frenar la progresión de la miopía al reducir el estímulo que provoca el alargamiento del ojo.

  • Gafas de  control de la miopía: Estas gafas corrigen la visión y funcionan de manera similar a las lentillas de desenfoque periférico.

  • Colirios de atropina: Los colirios de atropina en bajas concentraciones, prescritos por un oftalmólogo, han demostrado reducir significativamente la progresión de la miopía en niños.

 

Controlar la miopía es esencial para proteger la visión a largo plazo de los peques. Con las estrategias adecuadas, es posible frenar su progresión y reducir el riesgo de complicaciones futuras. Si te preocupa la miopía de tu hijo, es importante evaluar las mejores opciones y diseñar un plan personalizado para cuidar su salud visual.

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